De arte
NAVAS PAREJO
Cuando, por justo motivo, ya hace tiempo bien merecido y lógico, se intente hacer un estudio crítico del modesto y laborioso artista granadino Navas Parejo, el que lo acometa, puede hallar en esta revista datos bien curiosos y precisos de la vida y de la labor incansable y fructífera del ya notable artista escultor.
Desde que era muy joven, casi niño, hemos seguido con interés y afecto el desenvolvimiento de sus estudios y trabajos; la lucha incansable que ha sostenido para triunfar no sólo en la áspera senda del arte, sino en algo más difícil y cruel: en las amarguras de la vida material que entorpecen la acción y los más halagadores entusiasmos del que al arte se dedica, y hemos podido comprobar que Navas es incansable, que no sintió nunca vacilar su entereza viril, su amor a la familia que le admiraba por sus bondades y su honradez y que lo esperaba de él todo en el mañana; su adoración al arte al que dedicó su inteligencia y su genio.
En esta revista, no solo hay notas, referencias y fotograbados de las obras de Navas, que demuestran cómo ha ido desarrollándose el espíritu y la labor del artista; hay también datos interesantes que comprueban lo que antes hemos dicho: la firmeza incansable del hombre ante las adversidades y la triste realidad de la vida.
Con motivo de un incidente de ahora mismo, que ha podido echar por tierra el trabajo de muchos años, hablábamos estos días con un amigo de él y nuestro, que nos decía, recordándonos que fuimos de los primeros en darlo a conocer y en alentarlo en la lucha y vicisitudes de su carrera artística:
– Como no siente el decaimiento, aunque de momento surja cualquier situación difícil nunca le falte la fe en el porvenir y siempre halla algún buen amigo, como el Duque de San Pedro por ejemplo, que con su valioso apoyo consiguió que el Rey D. Alonso XIII le encargase un busto en mármol de su real persona, el cual está instalado en la regia cámara, y que el día 21 de Enero de 1921 a la una y media de la tarde, lo recibiera en audiencia privada para felicitarle personalmente.
Además de este y otros triunfos, Navas contaba en su taller para el desenvolvimiento de su arte y aún de una industria artística, con el apoyo e intervención muy directa de una entidad bancaria. Esto tenía sus ventajas y sus desventajas, pues si bien le proporcionaba medios para trabajar; en cambio quedaba como hipotecado el artista, y en Junio último surgió un incidente, que ha venido a servir de ocasión para que Navas recobre su libertad.
Ha pasado más de medio año en difícil situación, sin vislumbrarse solución al problema, que representaba una respetable cuantía de pesetas.
Sin embargo, no lo hemos visto desmayar ni abandonar un momento su vida de continuo trabajo; su espíritu permanecía firme y severo, y como siempre, vino la solución impensada, de improviso: una familia muy amante de las artes y del trabajo (que por sus virtudes y sentimientos cristianos oculta su nombre) ha solucionado el problema, y precisamente el 21 de Enero de este año, el mismo día y a la misma hora en que en 1921 S. M. el Rey le felicitaba, Navas ha entregado todos los miles de pesetas necesarios para recobrar su libertad… En realidad, como el amigo nos decía, hay pocos artistas, especialmente, que cuenten con quienes tan generosamente les favorezcan.
LA ALHAMBRA envía a Navas su felicitación más cumplida y otra muy entusiasta a esa ilustre familia, que, noblemente, encubre en el anónimo su bella acción. Y terminamos estas líneas copiando dos documentos que honran al artista: la carta del secretario particular del Rey con motivo del busto, y la que la ilustre esposa del alto Comisario de Marruecos general Berenguer ha dirigido a Navas, con motivo del hermoso Cristo esculpido por el artista para la iglesia de Nador. Dicen así:
“Sr. D. José Navas Parejo.- Mi muy distinguido amigo: S. M. el Rey –Dios le guarde- se ha dignado ordenarme remita a Vd. la adjunta fotografía que ha tenido a bien firmar y dedicarle, como testimonio de afecto y simpatía. Al propio tiempo, me encarga el Rey reitere a Vd. sus entusiastas felicitaciones por el hermoso busto tan admirablemente cincelado de nuestro Augusto Soberano, cuyo busto, como habrá Vd. tenido ocasión de saber, merece de cuantos le ven en la Regia Cámara incesantes elogios.
Al dar cumplimiento al Regio mandato, se reitera de Vd. su más afmo. s. s. y amigo, q. b. s. m., Emilio Mª. de Torres.” –Madrid 28, IV, 1921.
–“ Tetuán, 21 de Enero de 1922.- Sr. D. José Navas Parejo. –Muy señor mío y distinguido amigo: Mucho le agradezco a usted la amabilidad que ha tenido de remitirme las fotografías del Cristo, que tan admirablemente ha esculpido Vd. para la iglesia de Nador. Me disponía a escribirle pidiéndoselas, pues tenía gran interés en ello y sobre todo curiosidad, por conocer una obra que todo el mundo me ha alabado mucho, pues hasta el mismo Obispo de Fessea, al regresar de la inauguración de la Capilla, me dijo que era una preciosidad y que se salía de lo corriente.
He podido comprobar por las fotografías que efectivamente es una obra de arte, y le ruego acepte mi felicitación, al mismo tiempo que mi agradecimiento por el entusiasmo y cariño que ha puesto Vd. en su obra, y que corresponde en todo a la confianza con que el señor Quero le había recomendado.- Quedo de V. afma. s. s. Ana E. de Berenguer.”
“También ha gustado su trabajo a mi marido”
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