BASÍLICA DE SANTA MARÍA DE LA ASUNCIÓN

artículo de Félix Iniesta Jiménez

La Basílica Menor de Santa María de la Asunción de Linares es nuestra más importante joya arquitectónica, salvo algunos restos que quedan del Castillo de Linares es Santa María, santo y seña de la historia de Linares. Según los últimos estudios realizados, el templo es obra nueva del siglo XIII que ha sufrido diferentes ampliaciones y modificaciones.

Siendo unos de sus apogeos, la Transformación de Iglesia Gótica a Renacentista de la mano y la voluntad de la pujante nobleza que habitaba en la villa, combinada con los planos de Andrés de Vandelvira, dio lugar a gran proyecto que no se llegó a realizar. Se quedaron sin dinero y afrontando el pago de la obtención del Título de Villa por la pujante Aldea en 1565. Dejando para la posteridad una contemplación de dos estilos arquitectónicos, el Gótico y el Renacentista. 

Con el paso del tiempo se fue mejorando, ampliando, intentando terminar la transformación pero nunca se llevó a cabo.

En los primeros días de la contienda, un grupo de personas se apoderaron de la Iglesia, siendo saqueada e incendiada durante varios días, haciendo que se derrumbara parte de la misma. Terminada la contienda se iniciaron los trámites de su rehabilitación y reconstrucción, entrando en Liza D. Ramón Pajares Pardo, Arquitecto Jefe de las Regiones Devastadas en la Provincia de Jaén.
Pajares reconstruyó el templo dándole unas líneas homogéneas y sencillas, se suprimieron capillas, se bajó la parte Renacentista y se subió la parte Gótica, dándole el aspecto actual.

En algún momento de la década de los 50 del siglo XX, entró en escena Navas Parejo, quizá por vínculos de amistad con la familia Yanguas. El Taller de Navas Parejo se hace cargo del Retablo de la Virgen de la Medalla Milagrosa, el Retablo de la Virgen del Carmen, el Retablo e imagen de la Capilla de San Isidro, el Retablo de la Capilla de Santa Ana, (Capilla de los Yanguas, Vizcondes de Santa Clara de Avedillo). Asimismo, fue el ensamblador del Retablo Mayor adquirido por los Vizcondes a una iglesia de Villarrabines en Léon, encargándose del ensamblaje y adaptación del retablo, así como de la talla del relieve de la Asunción de la Virgen – titular del templo –, del relieve del Espíritu Santo y de los medallones sostenidos por ángeles con la leyenda “Ave María”. El Sagrario y el Manifestador en forma de templete que lo corona, realizado en plata repujada, es obra de D. Emilio Navas-Parejo, hijo del anterior, y está fechado en 1958.